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Existen diferentes tipos de sistemas embebidos, que pueden definirse por sus requisitos de rendimiento (escala pequeña, mediana o sofisticada), o por sus requisitos funcionales, como:
Sistemas integrados móviles: diseñados para ser pequeños y portátiles.
Sistemas integrados de red: conectados a una red para proporcionar salida a otros sistemas.
Sistemas integrados independientes: no dependen de un sistema host.
Sistemas integrados en tiempo real: proporcionan la salida requerida en una ventana definida. Este tipo de sistemas embebidos son esenciales para ciertos dispositivos médicos, militares e industriales.

Beneficios de los sistemas embebidos en el sector industrial 

Los sistemas embebidos se aplican en varios ámbitos profesionales. Entre ellos, encontramos el de la automoción, la salud, la electrónica de consumo, el militar y de defensa, las telecomunicaciones y, por supuesto, la industria. Este último sector es el que más se aprovecha de esta tecnología. Por ello, hablamos de algunos beneficios de estos sistemas en el entorno industrial.